Alli shamushka mashi...
En 1920, el presidente Alfredo
Baquerizo Moreno decretó que el 13 de abril (el día en que nació el famoso e
inmortal escritor ambateño Juan María Montalvo Fiallos en 1832) sea el Día del
Maestro Ecuatoriano. Con Juan Montalvo se consagraron también dos ilustres
maestros ecuatorianos: Federico González Suárez (nació el 12 de Abril de 1844)
y Luis Felipe Borja (nació en 1845 y murió el 13 de abril de 1912) a quienes de
igual manera se recuerda y se celebra en esta fecha
La vida y la obra de Juan
Montalvo eran y siguen siendo enseñanzas magistrales por su valor moral y
estético. Como forjador de juventudes, Juan Montalvo conocía la necesidad
ineludible de inculcar en los jóvenes los valores de la justicia, la libertad,
el honor, el amor a la Patria.
Juan Montalvo fue el maestro del
estilo, el gran batallador contra las tiranías, el apóstol de la libertad, el
santo de la rebeldía.
Decía Montalvo: “Los que no hemos
perdido la esperanza, vivamos para la libertad; puesto que la razón nos
alumbra, discurramos. Una sociedad que se reúne a la faz del sol, no tiene
malos fines; y en siendo buenos los suyos, es cosa lícita y nada amenazante
para la comunidad social ni para los gobiernos. Hemos visto tiranuelos disolver
por medio de la fuerza tertulias familiares; a otros hemos visto ordenar que la
policía cierre con cualquier grupo que pase de tres personas. Eso es más que
tiranía, es barbarie; más que barbarie, ineptitud; más que ineptitud, infamia”.
En honor a este Juan Montalvo
enorme, el único que se atrevió a imitar a Cervantes, se celebra hoy el Día del
Maestro Ecuatoriano, para rendir un justo y merecido homenaje a aquellas
mujeres y hombres que tienen la singular capacidad para ser los conductores de
la niñez y la juventud.
Hoy como ayer, el Ecuador
necesita de maestros, no solamente para dar instrucción, sino especialmente,
para formar el alma de adolescentes y jóvenes, para salvar la democracia y la
dignidad de la Patria, para preparar hombres de alma limpia y clara y de
voluntad poderosa, que sean capaces de defender lo que hoy el Ecuador ha
alcanzado: dignidad física y moral.
EN HONOR A ELLOS PRESENTAMOS EL SIGUIENTE POEMA EN EL CUAL EXPONE LA
ESENCIA DEL MISMO MAESTRO.
Viviendo entre otras vidas,
olvida su propia vida, destruyendo las tinieblas de la ignorancia gana su
guerra, su mayor paga son las respuestas de sus alumnos, reír con ellos es su
mayor goce. Aunque triste esté, sonriente se le ve la imagen más perfecta de comprensión
y amor. Su tiempo lo regaló y nunca lo discutió. Unos lo quisieron, otros lo
olvidaron más él siempre los quiso a todos.
Ahora, lento camina, el viento lo
vence y su voz ya no luce galante como cuando les leía. Sentado esta, mirando
el cielo, sus ojos se cierran, su mano cae y deja libre una hoja de papel. La
última nota escrita, el viento la entona y la impulsa sobre la corriente de un
río.
Me llevo el gran triunfo de saber
que ustedes, mis hijos, mis alumnos queridos, representan en cada gesto, en
cada andar, pedazos de mí espíritu que ahora ya son hombres seguros, con
ideales firmes y honestos.
Si algunos se pierden en esta
rueda que es la vida, volveré en la frase de un amigo, en la mirada de un niño,
en el entrecejo de un padre, o la caricia de una madre, y te haré recordar,
cual es tú 'camino.
!Loor al Maestro Ecuatoriano en
su Día Clásico!
HIMNO DE GRATITUD AL MAESTRO
Letra:
Pablo Hanníbal Vela
Música:
Enrique Espín Yépez
Gratitud
al Maestro, que alumbra
nuestra
vida y la llena de estrellas;
gratitud
de la Patria que, en ellas,
ve
otro cielo, en palabras de luz.
Gratitud
de la Patria, que sabe
lo
que sufre el Maestro y se afana,
frente
al joven, la voz del mañana;
junto
al niño, inocencia y virtud.
¡Oh
Maestro que estás en la Cátedra
de
tus labios queremos la aurora;
tu
palabra es la luz que se aflora
y
amanece en las cumbres del bien!